La selección Española Femenina de Baloncesto debuta hoy en el Eurobasket de Hungría ante Lituania en lo que será su partido internacional número 639 en una trayectoria de 52 años.
A principios de la década de los sesenta, el baloncesto femenino español ya contaba con varios clubes que disputaban la Copa de España, que aún no gozaba de mucha continuidad, e, incluso, la Copa de Europa, pero la selección no había tenido la posibilidad de disputar ningún encuentro, ni tan siquiera amistoso.
El 16 de junio de 1963, la selección femenina de baloncesto daba un paso fundamental en la consolidación de su deporte con la disputa del primer partido de su historia en la localidad barcelonesa de Malgrat de Mar.
El rival escogido para el debut de España fue la selección suiza que, si bien no había estado presente en las últimas ediciones del Campeonato del Mundo o de Europa, si tenía un buen bagaje histórico con su presencia, por ejemplo, en el primer Mundial Femenino disputado en 1953 y llegaba al partido de Malgrat en la octava posición del ranking mundial.
Así pues, Suiza era, a priori, la favorita en el primer choque internacional de España. No obstante, a pesar del favoritismo de las jugadoras helvéticas y la inexperiencia de las españolas, el partido estuvo marcado por la igualdad en el tanteador.
Los primeros minutos del partido fueron de dominio de la selección española, que logró las primeras ventajas hasta que el conjunto suizo tomó el mando del encuentro. Al descanso, Suiza dominaba por tan solo cuatro puntos de diferencia (17-21), una distancia que la selección que dirigía el peruano José Luis Méndez supo enjugar para igualar el marcador después de los siete primeros minutos de la segunda mitad.
Finalmente, la experiencia de las jugadoras suizas y el buen hacer de Doris Laederach y Jaqueline Kripper, que anotaron más de la mitad de los puntos de su equipo, le dieron la victoria a Suiza por 31-40 y privaron del triunfo a una agotada selección española que tuvo a Gómez de Frutos como máxima anotadora con 14 puntos.
Dos días más tarde, en el Price de Barcelona, la selección española se tomaría la revancha ante suiza al imponerse por 47-39. En esta segunda oportunidad, España fue capaz de corregir algunos errores del primer partido, llegando más fuerte físicamente a los minutos finales, y fue superior a las jugadoras suizas. Después de un inicio con alternativas en el marcador, la selección española se marchó al descanso con un punto de ventaja y consiguió aumentar su renta en la segunda mitad y mantenerla hasta el final del partido, siendo esta vez Pepa Senante la máxima anotadora de su equipo con 12 puntos.
Esta victoria demostraba que, aunque la selección femenina aún estaba lejos de las primeras potencias del baloncesto continental, sí podía competir dignamente. No obstante, aquellos dos primeros partidos no tuvieron la continuidad deseable y hubo que esperar hasta septiembre de 1969 para que España volviera a disputar un encuentro.