Tal día como hoy, el 6 de febrero de 1936 se inauguraban en la ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen los IV Juegos Olímpicos de Invierno que supondrían el debut de los españoles en una Olimpiada blanca.
España estuvo cerca de haber tenido representación en los Juegos de Chamonix en 1924, pero la lesión de Lilí Álvarez le impidió participar en la modalidad de patinaje.
Hubo que espera doce años para asistir a la primera participación de deportistas españoles en unos Juegos de Invierno.
No obstante, la presencia de la delegación española en Garmisch-Partenkirchen estuvo en entredicho hasta el último momento debido a la dificultad para encontrar fondos que financiasen el desplazamiento y la estancia en la ciudad alemana ante el poco interés que generaba el deporte en aquella época.
Finalmente, el Comité Olímpico Español obtendría una subvención del Gobierno español para cubrir los gastos de la participación en los Juegos de Invierno menos de dos meses antes de la inauguración.
La tardanza en conseguir la financiación necesaria para acudir a Garmisch-Partenkirchen añadió el problema del escaso tiempo disponible para la preparación de los deportistas, lo que se tradujo en los discretos resultados obtenidos.
Además, la composición del equipo olímpico español desató varias críticas al no haberse realizado conforme a unas pruebas de selección que dirimieran los deportistas más preparados para representar a España. Así, a finales del mes de enero, el Comité Olímpico Español anunciaba la designación definitiva de los deportistas que acudirían a los Juegos, entre los que figuraban cuatro hombres, que participarían en la prueba de 18 km de esquí de fondo, y dos mujeres, inscritas en la combinada de esquí alpino. Enrique Millán, José Oriol Canals, Jesús Suárez, Tomás Velasco, Ernestina Baenza y Margot Moles fueron los esquiadores elegidos.
Ernestina Baenza fue quien abrió la participación olímpica española en unos Juegos de Invierno el 7 de febrero en la prueba de descenso, donde minutos más tarde actuaría Margot Moles.
Aunque Ernestina Baenza tomó la salida antes que Moles, la esquiadora andaluza terminaría su actuación cuando ya habían finalizado el resto de participantes. Y es que la prueba de Baenza estuvo llena de dificultades después de sufrir varias caídas que le provocaron una luxación en el hombro. Aún así, luchó por llegar a meta prácticamente a rastras y casi veinte minutos después de haber comenzado.
No le fueron mucho mejor las cosas a Margot Moles que finalizó en la antepenúltima posición tras sufrir diversas caídas que le mermaron físicamente.
A pesar de sus problemas físicos, Margot Moles sí pudo participar en el slalom, no así Ernestina Baenza, cuyos problemas en el hombro le obligaron a retirarse.
En esta prueba, Moles hizo una buena salida, pero de nuevo las caídas provocaron que perdiera mucho tiempo y sobrepasara el registro máximo permitido para poder disputar la segunda manga, con lo que quedaba eliminada.
La participación de los hombres en Garmisch-Partenkirchen fue menos accidentada que la de las mujeres en una prueba en la que la técnica tiene menor importancia, sin embargo, los resultados, como era de esperar, no fueron mucho mejores.
El mejor español clasificado fue Tomás Velasco en el puesto 62 con un tiempo de 1:37:25, a más de veinte minutos del vencedor de la prueba, el sueco Erik August Larsson.
En un intervalo de cuatro minutos llegaron los otros dos españoles que lograron finalizar la prueba. En el puesto 63 entraba Jesús Suárez, mientras que José Oriol Canals lo hacía en el 65.
La mala suerte hizo que el último integrante del equipo español en la prueba, Enrique Millán, no obtuviera un tiempo oficial al ser descalificado tras romper uno de sus esquíes a falta de dos kilómetros para la meta y tener que continuar la prueba caminando.
La actuación española en Garmisch-Partenkirchen no fue muy satisfactoria debido a todos los problemas que envolvieron su participación, pero la aportación de los seis deportistas españoles desplazados a la ciudad alemana supone un hito innegable para el olimpismo nacional.
2 comentarios
El apellido correcto de la esquiadora española es Maenza, Ernestina Maenza.
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Hay informaciones como la de Fernando Arrechea que indican el nombre de Ernestina Maenza. No obstante, en este artículo se ha respetado el apellido que figura en el libro oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1936: Baenza de Herreros.