El 9 de enero de 1991 el deporte español daba otro gran paso en su historia y proclamaba al primer campeón del mundo de natación en Perth.
La natación española ya había logrado subir al podio en Campeonatos de Europa y en los Juegos Olímpicos, pero, hasta esa fecha, ni siquiera contaba con una medalla en un Mundial.
El honor de inaugurar el medallero español en un deporte tan internacional como la natación correspondió a Martín López Zubero. Aunque competía bajo bandera española, López Zubero tiene origen estadounidense, pues nació y se crió en Estados Unidos después de que su padre tuviera que emigrar a Florida e, incluso, tenía dificultad para hablar castellano con fluidez.
La familia de Martín López Zubero siempre estuvo muy vinculada a la natación y su espejo fue su hermano David, que en 1980 lograba la primera medalla olímpica para la natación española y sería su entrenador durante sus inicios.
En 1987, bajo las órdenes de Randy Reese, Martín López Zubero comenzó a mejorar sus registros y a obtener importantes resultados. Dos años después, en el Campeonato de Europa de Bonn, Martín derribaba la primera barrera de la natación española y conseguía el primer triunfo español en esta competición con su medalla de oro en la prueba de 100 metros espalda. Además, antes del Campeonato del Mundo de 1991, López Zubero estaba en posesión de los récords nacionales de 100 y 200 espalda, 100 mariposa y 200 estilos, al margen de sus victorias en el Campeonato de España o en los Campeonatos Universitarios de Estados Unidos.
Con estas credenciales, Martín López Zubero, junto a Sergi López, era la gran esperanza de la natación española para lograr la primera medalla en Perth.
Zubero inició su calendario de pruebas con la disputa de los 100 mariposa, quedándose en novena posición a tres centésimas del pase a la final, algo que dejó contrariado al nadador español, que pretendía clasificarse entre los ocho mejores. No obstante, su gran reto llegaría al día siguiente con la disputa de los 200 espalda, motivo por el que decidió no competir en la final B de los 100 mariposa.
La clasificación de los 200 espalda dejó claro el favoritismo de Martín López Zubero después de que marcara el mejor registro de todos los finalistas con más de un segundo de ventaja sobre el segundo clasificado, aunque con un tiempo más de medio segundo superior a su plusmarca nacional.
El margen de mejora era amplio y eso lo demostró López Zubero en la final. No obstante, el inicio de la carrera no tuvo al nadador español en cabeza y llegó al ecuador de la prueba en quinta posición, perjudicado por un error en uno de los virajes. La remontada de Zubero comenzó a partir de ese instante y, a falta de los últimos 50 metros, ya marchaba en tercera posición a 69 centésimas de Vladimir Selkov y 4 de Stefano Battistelli, el que se presumía como gran rival del español. El nadador hispano-estadounidense culminaría su remontada en el último largo y, a falta de 25 metros, ya lideraba la prueba. Finalmente, López Zubero se proclamaba campeón del mundo de 200 espalda con 36 centésimas de ventaja sobre Battistelli y 81 sobre Selkov, con un crono dos centésimas por encima de su récord de España.
Martín López Zubero había hecho historia en la natación española en Perth y aún tendría tiempo de escribir otra importante página con la medalla de bronce conseguida en los 100 espalda tres días después.
Tras el gran momento de forma demostrado en el Campeonato del Mundo, López Zubero se convertía en la gran baza para abrir otra importante puerta y conseguir una medalla de oro en natación en los Juegos Olímpicos. Un año después, en Barcelona, Martín López Zubero cerraba el círculo y, con el título olímpico en los 200 espalda, dejó grabado su nombre en el deporte español tras haber logrado los primeros títulos de campeón del mundo, de Europa y olímpico de natación.