El 28 de febrero de 1976 el deporte español daba un nuevo paso hacia adelante con la proclamación de Carmen Valero como campeona del mundo de cross.
Carmen Valero fue una de las grandes figuras del deporte español en una época en la que el deporte femenino en España tenía muchas dificultades para competir a alto nivel.
La atleta aragonesa afincada en Cataluña comenzó a destacar muy temprano en el mundo del atletismo y con 15 años ya consiguió imponerse en el Campeonato de España Junio de Cross en 1970, título que revalidaría al año siguiente. Tras pasar a la categoría absoluta, Valero firmaría un segundo puesto en 1972 para comenzar en 1973 con un dominio absoluto del campo a través nacional con ocho títulos, seis de ellos de manera consecutiva.
Pero su dominio en el atletismo español no se limitó al cross y también lideró el mediofondo y el fondo nacional durante varios años conquistando siete títulos al aire libre en los 1.500, cuatro en los 3.000 , tres en los 800 y una los 5.000, amén de poseer los records de España de 800, 1.500 y 3.000.
Fuera de nuestras fronteras, Carmen Valero obtuvo un séptimo puesto en el Campeonato de Europa de 1974 en Roma y la medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo de 1975 en Argel, aunque el hito más importante fue su participación en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, convirtiéndose en la primera atleta española en competir en unos Juegos, aunque no logró pasar de la primera ronda ni en los 800 ni en los 1.500 metros.
Pero, sin duda, las mejores actuaciones internacionales de la atleta de Castelserás llegaron en el campo a través.
El debut de Carmen Valero en el Campeonato del Mundo de Cross se produjo en 1972, cuando aún se denominaba Cross de las Naciones, con tan solo 16 años. En aquel debut, Valero fue la única representante española y concluyó en una meritoria 31ª plaza.
Después su primera experiencia, Carmen Valero fue mejorando sus resultados año tras año. En 1973, inaugurando el I Campeonato del Mundo de Cross, Valero fue 25ª, mientras que en 1974 concluyó en novena posición y logró subir al podio en 1975 a solo seis segundos del primer puesto de la estadounidense Julie Brown, inaugurando el medallero femenino español en la prueba.
Al año siguiente el Mundial de Cross se disputó en la localidad británica de Chepstow, donde Carmen Valero partía ya entre el grupo de favoritas a pesar de contar con solo 20 años.
La carrera constaba de dos vueltas a un circuito de 2.400 metros. Nada más darse la salida la atleta española tomó la delantera y conformó un grupo con Kazankina, Romanova y Doria que finalizó el primer giro con ventaja respecto al resto de corredoras. Después de que Romanova no pudiera seguir al grupo cabecero, Doria perdió contacto con Valero y Kazankina a poco más de un kilómetro para el final de la prueba, lo que dejaba a la española y la soviética solas en la disputa por la medalla de oro. Fue entonces cuando Valero logró descolgar a Kazankina en una pequeña subida para obtener una ventaja que ya mantendría hasta la línea de meta, que cruzó en solitario ante el ánimo del público con una ventaja de casi 20 segundos sobre la atleta soviética.
Con su victoria, Carmen Valero, que repetiría victoria al año siguiente en Dusseldorf, hizo historia para el atletismo español tras convertirse en el primer español proclamarse campeón del mundo de cross -Francisco Arizmendi ganó la prueba masculina en 1964, pero aún no era reconocido como Campeonato del Mundo-, algo que aún no ha repetido ningún otro atleta español ni en categoría masculina ni en la femenina.